Ramiro Lomelí
Los columnistas Jalisco
Si algo hay que reconocer a ciertos personajes de Movimiento Ciudadano en Jalisco, sin mezquindad o con generosidad, según se quiera, es que su discurso y sus acciones han subido a la opinión pública asuntos y temas que sin su activismo muy posiblemente aún pasarían inadvertidos o reprimidos.
Si bien, y no sin simulación, la transparencia, la rendición de cuentas, la participación ciudadana ¡y hasta lo anticorrupción!, son ya términos talismanes del discurso político generalizado, otros asuntos y temas que tienen que ver más profundamente con derechos humanos aún son territorio MC.
Ello tiene explicación: MC en Jalisco se abrió mucho antes que ningún otro partido a los activismos sociales y a muchos temas que acompañan un hipsterismo levanta cejas pero también alcanzan la insoslayable importancia de derechos humanos de inmensas minorías.
Lo cierto es que otros partidos, como el PRI o como el PAN, aún suenan demagógicos o de plano retrógradas cuando se trata de asuntos como el feminismo, la equidad de género, el problema trágico de los desaparecidos o los derechos medioambientales y de indígenas. Ni siquiera puedo imaginar a legisladores del PAN o del PRI (y ni hipnotizado podría figurarme a legisladores de Encuentro Social) que asuman acciones a favor de personas transgénero, por ejemplo.
Esos son asuntos culturales y políticos de los que se tiene que hablar con disposición a la racionalidad, con el fin de limpiar nuestra cultura de tradiciones absolutamente revisables y, en ciertos casos, ya residuales.
Por estos días, diputados o diputadas federales de MC ofrecieron sendos informes de actividades. Un señalamiento de la diputada Candelaria Ochoa me llamó la atención. Ella ha impulsado acciones a favor de la equidad de género desde hace años, pero mencionó en específico el asunto de las personas transgénero por cuyos derechos ha actuado. Lo ha hecho con otros asuntos, como la explotación minera del subsuelo o la defensa de los derechos indígenas, pero ése, el de lo transgénero, me llamó la atención porque indica lo que aquí apunto: la pertinencia de tocar temas que la generalidad de los políticos soslayan.
¿Qué señalamiento hizo? Pues que otras bancadas, del PRI, del PAN y otros “partidos aliados al régimen” bloquean o congelan iniciativas que ella u otros legisladores de MC presentan en la cámara de diputados. En términos prácticos, tal miopía voluntaria nos sitúa como una nación que no quiere verse a sí misma.
Habrá quien diga que hay asuntos más importantes. Si en términos hipotéticos se aceptara tal falacia, salta una pregunta: ¿si no son importantes o lo son menos que otros asuntos, por qué no los asumen tranquilamente y legislan al respecto?