El 20 de agosto pasado en su cuenta de twitter fijó un agradecimiento a “quienes han mostrado su apoyo y me han propuesto para dirigir el Inmujeres”, la carta que acompaña el mensaje está fechada el 25 de julio en Guadalajara, Jalisco y respalda la candidatura de Candelaria Ochoa Avalos quien es académica, investigadora, feminista, política, ex regidora y ex diputada federal.
Cuenta en su haber con por lo menos tres décadas de militancia por los Derechos Humanos de las mujeres. Desde ahí, Ochoa Ávalos construye su visión del mundo que refleja en todos los ámbitos, desde la academia, hasta la elaboración concreta de legislaciones y políticas, tanto en el ámbito local como nacional e internacional.
Candelaria Ochoa Ávalos está convencida que para transformar la política pública se necesitan tres cosas: “voluntad política, expertiz y recursos públicos”, además de hacer de la igualdad una prioridad política, desterrar la visión de grupo vulnerable y minorías que se tiene de las mujeres”.
Su candidatura “se fraguó con amigas de Jalisco y de todo el país”, una pieza clave fue la actual directora del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, Gabriela Rodríguez Rodríguez, quien la animó a entregarle su currícula y presentárselo a la Ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero.
Integrante del Consejo Consultivo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Ochoa Ávalos, aspira a que “con el nuevo gobierno se abran las posibilidades para revisar a profundidad la política que se ha realizado” en materia de igualdad.
Asegura que el actual gobierno es “una oportunidad para las feministas que esperamos muchos años” y en la cual aportaron muchísimo.
En una de sus visitas a la Ciudad de México, Cimacnoticias conversó con Candelaria Ochoa, quien busca que el dinero destinado a la igualdad tenga el uso correcto.
– Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Por qué quieres ser presidenta del Instituto de las Mujeres?
– Candelaria Ochoa Ávalos (COA): Porque todavía tenemos una deuda pendiente en materia de, verdaderamente, transversalizar la perspectiva de género en la Administración Pública Federal. Todavía el Instituto no ha normado la política pública y ahí todavía hay retos pendientes.
– (LLH): ¿Como cuáles?
– (COA): Por ejemplo, feminicidio, la Alerta de Violencia de Género, que es la máxima acción para que los gobiernos federales y estatal pongan atención en los asesinatos de mujeres, pues todavía los responsables de la Alerta de Género ni siquiera saben de qué se trata.
Otro tema pendientísimo es la igualdad laboral. Todavía hoy, el hostigamiento y el acoso siguen siendo un lastre en las instituciones en donde las mujeres trabajan; las mujeres siguen ganando16 por ciento menos que un hombre en el mismo empleo, obviamente en la misma industria.
Siguen siendo temas pendientes, que todavía no hemos logrado el cambio de mentalidad tan ansiado por nosotras, que todavía hoy en muchas de las instituciones de la Administración Pública Federal se cree que las unidades de género, la agenda de género es de mujeres y (son) medio un enfado, una monserga; eso es importante transformarlo.
– (LLH): ¿Cómo ves la relación entre el feminismo y el nuevo gobierno?
– (COA): A ver, efectivamente hay una necesidad de considerar el tema de la igualdad como importante en la vida pública. Que las mujeres hoy sean 48 por ciento de diputadas y 49 por ciento de las senadoras no es un tema menor. En política pública se necesitan tres cosas: voluntad política, se necesita expertiz y se necesitan recursos públicos; si tú no tienes esas tres cosas, no transformas la política pública.
Espero apertura del gobierno federal para discutir y para que todas quepamos, creo que eso es importante; porque todas le apostamos, al menos yo, a un cambio de gobierno.
– (LLH): ¿Se ha vuelto un cargo político la presidencia del Inmujeres?
– (COA): Se ha vuelto un cargo político. Tenemos que convencer a los hombres y también a las mujeres que la igualdad tiene que ser una prioridad. Las mujeres ni somos un grupo vulnerable, ni un grupo minoritario, somos 52 por ciento de la población y estamos en todos lados. Se cree que los problemas de las mujeres los tienen que resolver las mujeres, cuando en realidad lo que tenemos que cambiar es la mentalidad de la política pública.
– (LLH): ¿Sería más fácil tener a alguien a modo que una feminista?
– (COA): Nomás que creo que no hay ninguna candidata a modo, por lo menos la lista que yo he visto, de las que han levantado la mano, me han preguntado ¿quién es mejor? En realidad todas somos mejores, porque la diferencia es, los lugares en los que hemos estado. Yo me formé en la militancia, en el activismo; y luego, me hice académica. Lo que necesitamos es esta mirada y esta visión en la práctica política.
– (LLH): ¿Qué esperarías, ya como presidenta del Instituto de las Mujeres, del Ejecutivo Federal?
– (COA): Yo esperaría buena voluntad, recursos y espero que reconozca que el trabajo que se va a hacer, desde una instancia como ésta, es importante para su gobierno, pero, sobre todo, para las mujeres y los hombres de este país.
– (LLH): ¿Hacia dónde llevarías al Instituto?
– (COA): A ver, yo he trabajado una idea que no está en un programa concluido, pero, me parece que tenemos que volver al espíritu de que (el Instituto) norme la política pública y que tenga verdaderamente capacidad de interlocución con las distintas Secretarías de Estado, y el convencimiento de que debemos transformar las relaciones de desigualdad.
Si nosotros no estamos en ese canal, de que es necesario y que tenemos que convencer a todo el mundo, empezando —como tú dices— por el presidente, pero también a los secretarios, a todos quienes vamos a estar o están en la función pública.
– (LLH): ¿Cuáles serían las políticas públicas que empujarías desde el Instituto de las Mujeres?
– (COA): Mira, creo que tres de los temas que a mí me parecen fundamentales: revisar las políticas contra la pobreza, ese es un tema que tenemos que transformar; hacerlas sujetas de derechos.
El otro tema, (la) violencia sigue siendo muy difícil, las mujeres recordamos desde los seis años haber sido violentadas sexualmente por los hombres y, a veces, en una gran mayoría, por los hombres de la familia. A veces estamos esquizofrénicas porque esos que nos violentan, luego se casan con otras y quieren que los queramos y tengamos hijos con ellos, eso tiene que parar, ahí tenemos que intervenir con un política más allá de un buen deseo, sino de intervenir en los valores familiares, en los valores éticos, de no posicionarse desde una moralidad, sino en el derecho a la igualdad, a la solidaridad, al respeto, a la igualdad, porque tiene que ser básico eso.
El otro tema muy importante y que debemos potenciar más, es el trabajo, el acceso laboral de las mujeres. No hemos salido de las políticas de las mujeres en el desarrollo y no hemos entrado a las políticas de mujeres y el desarrollo con perspectiva de género, o sea, siguen viéndonos como las que piden trabajo para ayudar a la casa, las que tienen un salario para comprarse chucherías, cuando en realidad la inversión que hacen las mujeres que trabajan, en sus familias, es fundamental.
Otro de los temas importantísimos es el embarazo infantil. Que las niñas entre 10 y 14 años se embaracen, cuando se embarazan de la misma edad (la mujer y el hombre) es apenas 1 por ciento; todas las niñas, entre los 9 y 14 años, que tienen embarazos, o sea, 99 por ciento son de adultos hombres. Entonces, en eso tenemos que tratar de intervenir, porque en 25 años no sólo no ha disminuido el embarazo infantil, sino se ha incrementado.
– (LLH): ¿Cómo lidiar una política de igualdad con una política de austeridad si necesitas presupuesto?
– (COA): Claro, bueno, hasta ahora lo que hemos platicado y discutido con el subsecretario de egresos, Gerardo Esquivel, es que el Instituto va a tener, al menos, el mismo presupuesto; que el Anexo 13 no va a disminuir, representa del PEF, 0.9 por ciento, pero además se gasta mal, porque no hay lineamientos y no hay una fiscalización real para que sea destinado a la igualdad. Si ese presupuesto se gastara bien, avanzaríamos; el problema es que se gasta mal.
– (LLH): ¿Cómo hacer que el resto de las instituciones, de los gobiernos, hagan su parte?
– (COA): Fíjate que lo que hemos platicado mucho y lo discutimos mucho en un grupo, y se lo presentamos a la magistrada Olga Sánchez Cordero, es que tiene que haber una corresponsabilidad, o sea, el Proequidad prácticamente son 380 millones de pesos que se van a los estados y municipios. Hay municipios que sólo destinan los 200 mil pesos que le dan al Instituto y, entonces, le dan a la titular, una silla, una computadora y párale de contar.
Lo que tiene que haber es una corresponsabilidad entre los municipios y los estados, y si el Gobierno Federal les da un peso, pues que sea concurrente ese peso; a lo mejor no puede, en el primer año, dar un peso, pero que den 50 centavos o que de 25 centavos. Debe haber corresponsabilidad.
– (LLH): ¿Cómo lograr los cambios estructurales que requiere este país para garantizar una igualdad para las mujeres?
– (COA): Es el cambio de la mentalidad, o sea, mientras no transformemos que la igualdad no es un tema menor, (sino) que es un tema de prioridad nacional, que es la vida de mujeres y hombres que tiene que mejorar; porque cuando mejoran las condiciones de vida las mujeres, mejoran las de la familia nuclear o ampliada, las de la pareja cualquiera que ésta sea, mejora la vida social.
Una mayor institucionalidad, que los secretarios de Estado se comprometan, tenemos que hacer no sólo de convencimiento sino también de normar cada vez más, que las instancias tienen que hacer su tarea.
– (LLH): Ese ha sido el gran tema…
– (COA): Y un órgano público descentralizado como el Inmujeres, lo que tiene que garantizar es un nivel de interlocución con esos secretarios de Estado, porque no nada más es para que me vigilen lo que yo hago, sino, porque como yo no soy ejecutiva, es que ustedes tienen que hacer.
– (LLH): ¿Cuáles serían las cosas que cambiarías en el Instituto Nacional de las Mujeres?
– (COA): Pues no conozco totalmente a la institución, ahorita estamos en ese proceso de que nos informen y de que nos digan, pero yo sí veo que hay, a veces, una actitud como de no incomodar al presidente y entonces, de repente, no hacen porque les dicen que no hagan.
– (LLH): ¿Sumisión, dirías?
– (COA): Pues sí, un poco lo que dice “La Boétie” en su libro de la servidumbre voluntaria, a veces las mujeres funcionamos así, nos convencemos que es mejor no incomodar a los otros. Y bueno, a mí alguien me preguntaba “¿y tú cómo estás ahí? pues a poco porque creen que he sido cómoda, pues porque he sido incómoda.
– LLH: Hay propuestas de legisladoras de Morena, de sancionar a los medios por sus contenidos sexistas ¿cómo miras este tema?
– (COA): Son los dos caminos: sí es normarlo, pero también es cambiar mentalidades, porque a veces es necesario normar. En el caso de los medios de comunicación son las dos cosas: sí es normar, pero también es que los medios capten, reflexionen, se autoevalúen de que esas imágenes que nos están proponiendo no son imágenes que generen igualdad.
– (LLH): ¿Qué empujar desde el Instituto para garantizar la justicia para las mujeres y erradicar la impunidad?
– (COA): El Instituto debe tener interlocución con las Cámaras de Senadores y Diputadas y con el Poder Judicial. Si tú no tienes una institución con estas tres patitas de los tres órdenes de gobierno, no va a funcionar la cosa y te lo digo porque a veces ni siquiera los casos llegan al Poder Judicial, sino se quedan en el Ejecutivo, se quedan en los Ministerios Públicos y en las procuradurías. Lo que tenemos que hacer en este país es, precisamente, políticas.
– (LLH): ¿Cuál sería tu posición desde el Instituto de las Mujeres sobre la prostitución?
– (COA): Ahí hay también como dos vías. Si tú me preguntas en lo personal, yo me inclino más por el abolicionismo.
Pero también, lo real, es que una gran cantidad de mujeres son víctimas de felonía, de padrotes (en el sentido peor de la palabra) y de trata; y si las mujeres no somos o no tenemos cada vez más autonomía para decidir qué queremos hacer, es muy difícil una política abolicionista. Entonces, necesitamos garantizarnos ser sujetas de derechos.
– (LLH): ¿Cómo traducir que las mujeres sean sujetas de derecho en una política pública?
– (COA): Mira, yo creo que lo podemos hacer desde la familia, desde la escuela y desde las instituciones públicas. Tenemos que enseñarles a las niñas que tienen derechos, y eso lo tenemos que hacer en la familia.
Es toda una transformación de la política pública. Primero lo tenemos que hablar para que les demos visibilidad y luego atender. Tienen que involucrarse muchas instituciones, por ejemplo, para diagnosticar la violencia laboral, las secretarías del trabajo tienen que reconocer, primero, que hay violencia y que cuando una mujer va y denuncia, le tienen que hacer caso. Que el Instituto norme esas políticas, que dé lineamientos para que las distintas instancias de la administración pública federal atiendan esos casos.
– (LLH): ¿Cómo supervisar el presupuesto para la igualdad?
– (COA): Mira, creo que para empezar lo tendría que hacer la Función Pública, es básico. Segundo, tiene que haber lineamientos para el gasto del presupuesto del Anexo 13, que es 0.9 y luego va quedando como en 0.7, no es mucho, pero tampoco es nada. Hay traslapes de programa; mal uso del mismo; recurso utilizado para las cenas de navidad, para papel del baño. No hay una supervisión real de ese ejercicio presupuestal.
– (LLH): ¿Tu relación como titular y el movimiento feminista, cómo sería?
– (COA): Bueno, lo primero es un reconocimiento, yo vengo de ahí, yo me formé ahí, tengo no solamente reconocimiento, sino también afecto con muchas de las compañeras de las cuales yo he aprendido. Esperaría la retroalimentación, el acompañamiento, el apoyo y el afecto; tener puertas abiertas para todas.
– (LLH): También tuviste un diálogo con Olga Sánchez ¿para qué funcionaron esas entrevistas?
– (COA): Mira, no lo sé bien, yo todavía me pregunto eso. Yo supongo que ella está haciendo una valoración de los currículums, no sé con base en qué ni cómo. Creo que es fundamental que a todas nos haya entrevistado. Cuando yo me entrevisté con ella nos caímos muy bien, supongo que casi con todas, porque ella me dijo “ay, todas me parecen tan maravillosas, tan buenas, todas tan especialistas en cosas”.
Entevista publicada originalmente en CIMAC Noticias
Por: Lucia Lagunes, periodista, feminista y Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28