El Gobernador del Estado de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, en un acto público realizado el día 16 de diciembre en la cabecera municipal de Acaxochitlán, en el estado de Hidalgo, realizó la siguiente declaración:
[las mujeres indígenas] “La que menos (hijos) tiene, tiene tres, por eso se acaban las estufas, ya les dije que ya duerman con ropa, producen mucho chamaco y el riesgo es que los chamacos se queman cuando dejan las estufas adentro del jacal”.
Esta es discriminatoria y misógina pues estigmatiza y condena las prácticas sexuales y culturales de las mujeres indígenas, cuestiona el derecho a decidir y planificar el número de hijos y hace el señalamiento a la mujer como la responsable de una problemática social.
Estas palabras nos parecen preocupantes, pues la discriminación sigue siendo una de las más sentidas problemáticas sociales de nuestro país y las principales víctimas de esta son las mujeres y los indígenas.
También, el día 16 de diciembre, en un acto de fin de año con los profesores de la sección 15 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el gobernador Omar Fayad tuvo la puntada de rifar “una cena” con la secretaria de educación pública del estado Sayonara Vargas Rodríguez.
Esta es, sin duda, una acción misógina. La cosificación de la mujer: hacer de ella un objeto que puede ser utilizado como mercancía, es una de las peores prácticas que atentan contra la dignidad de las personas y en especial de las mujeres.
Es preocupante porque a pesar de ser “una broma” desvela la idea que se tiene sobre la mujer. En este sentido, recordemos que el lenguaje tiene intención, que refleja una visión del mundo y que educa en torno a ella. Por eso la broma fomenta la práctica de cosificación de la mujer y mantiene el patrón de sometimiento al que ha sido sometida.
Y finalmente, nos parece más preocupante que una figura institucional sea quien realice estos tipos de actos, pues con ellos viola al menos los artículos 1, 2 y 4 de la constitución y fomenta y fortalece las prácticas discriminatorias, machistas y misóginas que por desgracia aún persisten y que tanto ha costado a la sociedad avanzar en su erradicación